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Benchmarking aplicado a la estrategia de marketing
El benchmarking nos permite en analizar la competencia comparándonos con ésta, y así poder enriquecer la propia estrategia de marketing, creando ventajas competitivas y mayor diferenciación.
Lo anterior no significa que se deba copiar a la competencia, la idea es incorporar un proceso de mejora continua, en el cual se valorice la identidad e imagen de la marca y se refuercen la misión, valores y propósitos de la empresa.
La clave del benchmarking es aprender de ese análisis de la competencia para mejorar los procesos propios, a través de la innovación.
Compañías globales increíblemente exitosas como Microsoft o Apple, diseñan productos y servicios analizando lo existente y creando diferencias que mejoran lo disponible y agregan valor para sus clientes. La evolución de los smartphones y las computadoras personales son un reflejo elocuente de ello.
Este tipo de benchmarking competitivo externo puede beneficiar cualquier sector de la empresa, como por ejemplo, Retail, Logística, I&D, CX, RRHH, entre muchas otras funciones.
El benchmarking será de gran ayuda donde sea necesario optimizar un proceso o exista una oportunidad de mejora.
En este punto resulta conveniente identificar los distintos tipos de benchmarking y sus implicancias en la estrategia comercial:

Benchmarking interno
El análisis comparativo se realiza entre sucursales, delegaciones, franquicias o puntos de venta de la misma marca, sin incluir competidores en el benchmarking.
El enfoque esta centrado en los procesos internos y en los resultados alcanzados para identificar oportunidades de mejora que puedan ser implementadas en toda la red.
Benchmarking externo
La comparación se realiza con la competencia, el resultado de la misma es la detección de fortalezas y debilidades y la determinación de cursos de acción que permitan mejorar aquellos puntos en que la competencia posee mayor fortaleza.
Benchmarking funcional
En este tipo de benchmarking nos enfocamos en la función a comparar (por ejemplo la Logística) y lo hacemos contra empresas competidoras directas y no directas y eventualmente contra empresas de otro rubro o sector pero con la cual exista una similitud operativa que justifique la comparación.
En conclusión, este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA por sus siglas en inglés), nos obliga a revisar nuestro FODA en forma permanente y una forma óptima de hacerlo es a través del benchmarking, porque nos permite una mirada hacia adentro y hacia afuera con base en mediciones cuantitativas y por lo tanto objetivas, que den respaldo a la toma de decisiones y nos orienten en el camino de la superación.